Tres generaciones de niños cubanos, que crecieron respectivamente en los 60, los 70 y los 80; tuvieron el raro privilegio de una educación multicultural en lo que se refiere a muñequitos. O dibujos animados o cartoons o como quiera que le llaméis en todo el territorio insular.
Los muñequitos que los niños cubanos que hoy forman el 60 por ciento de la población nacida en la isla vieron cuando eran niños, se pueden clasificar en 4 categorías fundamentales: muñequitos americanos viejos (las dos urracas, el conejo rabito, Betty Boob, el gato felix, el pájaro loco y ese extraño muñequito, sospechosamente comunista que era Pow Wow el niño indio, el que ama a los animales del bosque, esperemos que no muy literalmente.) Muñequitos del ICAIC (los Valientes, el negrito cimarrón, obviamente Elpidio Valdez, los filminutos etc), muñequitos del ICRT (duele recordar tanto oprobio, pero ahí están Guaso y Carburo, Chuncha, PIN PIN SALTARIN o como se llamase el grillito etc.) y, sobre todo en un periodo oscuro que duro más o menos desde 1980 hasta 1986, Muñequitos Rusos.
Los muñequitos rusos, tienen la particularidad de que englobaban a los muñequitos de todo el campo socialista. Clasificados bajo “muñequito ruso” puede estar desde “la muñequita Apolonia”, que era polaco, hasta “el pequeño deshollinador” que era checo. Nunca he podido ubicar a Rumzais. Rumzais parece ser originario de alguno de esos lugares del este de Europa que nunca han estado bien en ninguna parte. Como Valaquia o Albania. Bajo muñequito ruso, la mayor parte de los cubanos de mi generación clasifica a Aladar Mezga, lo que ofendería a cualquier húngaro que se respete.
Bajo muñequito ruso, estan tambien, por supuesto; lo Muñequitos Rusos, con mayúscula, de los cuales hay un web site que se llama así mismo, “los muñequitos rusos”. Luego de ver cientos de ellos, nuestra generación llegó (desde época de nuestros padres que opinaron que nuestro cerebro se estaba dañando irreparablemente por ver El Payaso Ferdinando) a la conclusión de que los muñequitos rusos eran en general,tremenda mierda.
Por supuesto no era solo la influencia del comunismo en lo que te estaban poniendo. Era el choque cultural. Uno no tenia edad para entender que si la historia de la Pastora y el Deshollinador no empezaba hasta después de 10 minutos de comenzado el muñequito, era porque en la obra original (un clasico de la literatura con seguridad...), había un narrador que metía una muela de 10 minutos.
Y asi, uno se echo a “Chivo, chivo, chivo bueenoo” y a Guiena y Chiburatska y Kashtanka (Kaaashhtaaannnkaaaa!!!!) y a “A ya Ushe tu” (Ya Estoy Aquí!) y a Mashenka (que te mira desde aquí arriba) y por supuesto a los omnipresentes El Lobo y la Liebre: Nu Pakachu! (que significa: te cogeré! Algo que hace mearse de la risa a cualquier latino al que se lo expliques…). Es cierto que nos hicieron daño, pero no mas daño que el que puede hacer una novela colombiana (y menos que la destruccion que causa una novela mexicana en el cerebro de cualquiera...), y ademas nos dieron una perspectiva de fuera de Hollywood, asi que cuando llego el momento de adaptarse a la manga japonesa, ni Voltus V ni El castillo de los Falsificadores nos dieron trabajo.
Gracias a eso, cuando llego el momento de ponernos al día y ver lo que nos habíamos perdido todos esos años (Robin Hood de Walt Disney, el Planeta Salvaje, Heavy Metal entre otros) teníamos una idea distinta de cómo se ven las cosas. Es la razón por la cual somos fanáticos de Luc Besson y de Ang Lee. Nos criamos mirando muñequitos rusos, tenemos paciencia de monje budista. Sabemos que si están poniendo "Lechecortada", que dura 15 minutos, seguro después no les queda otra que poner "Huckelberry Hound" después para completar la media hora.
Quien mejor que nosotros, niños criados con música de Tchaikovski (los rusos ponían excelente música a sus muñequitos), para decidir cuáles son los mejores del mundo? Nosostros los hemos visto todos. Propongo por tanto, el que me parece el mejor de todos los que he visto, incluyendo a El Rey Leon y a Shreck. Y a Toy Story y Peter Pan.
El dibujo es excelente (estos son muñequitos hechos para cine) , el guion ágil, las referencias cultísimas, no solo cultas, sino tambien simpaticas. Es humor de alto nivel. Es encima de eso,una clase de historia universal que no es pedante ni aburrida. Triunfa donde han fracasado casi todos los materiales didacticos para niños. Logra enseñar al mismo tiempor que entretener. Algo realmente difícil.
Y sobre todo música es inigualable. No solo es buen Jazz, hacen buen Rock y por si faltara poco, tocan un Tango! Pocas películas se atreven a tocar un tango. Un Tango es una cosa seria, que requiere una razón dramática importante. El tango de este muñequito tiene una razón para ser tocado. Y que alguien me diga que la fanfarria de los creditos finales no tan buena como la de Starwars de John Williams. Sin más los dejo con el que creo es el Mejor Muñequito del Mundo:
De como los cosacos salvaron a sus novias I
Como los cosacos salvaron a sus novias II
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