miércoles, 13 de julio de 2011

Porque los republicanos no aguantaron en el techo de Deuda.

Existe en economía algo que llamamos “falacias de interpretación”. El concepto está asociado a una idea que parece llena de sentido común, pero en realidad es basura falta de sentido. La más reciente de todas las que he oído tiene que ver con la deuda de los Estados Unidos. La idea, dice básicamente que si no se eleva el límite de deuda del gobierno, eso obligara al país a vivir por sus propios medios y condiciona el voto sobre el asunto a cortar de manera importante los gastos de gobierno.
Sin meterse en los detalles de política económica sobre cómo reducir el déficit del gobierno, el asunto del techo de Deuda debe ser considerado aparte. Por lo que uno debe empezar por preguntarse: qué es el techo de deuda?
El techo o límite de la deuda federal es la cantidad de dinero que el gobierno está legalmente autorizado a pedir prestado, tanto a agentes privados, como públicos o incluso a sí mismo. De este nivel de deuda depende la capacidad del gobierno para pagar todas sus cuentas; desde la Seguridad Social, hasta las agencias federales como el FBI o la DEA, hasta las guerras en Iraq y Afganistán. Como es natural, a medida que la economía de la nación crece, el nivel de endeudamiento crece junto con ella, siendo siempre una fracción mas o menos grande de la producción del país (esa que usualmente medimos mediante el famoso Producto Interno Bruto). Para dar una idea de esto, hace 70 años el tamaño de la economía de los Estados Unidos era de 700 mil millones de dólares, y hoy es de 14 millones de millones de dólares, un crecimiento de más de 15 veces. Como es natural la deuda ha crecido para reflejar esta expansión.
Esto es parte del proceso natural de expansión económica y ha vendido ocurriendo sin mayores contratiempos durante el último siglo. Entonces, por qué tanto lio esta vez? La respuesta es: todas esas idioteces son el resultado de una narrativa republicana que está desde hace 2 años tratando de achacar el desastre económico que provocó el gobierno anterior a los programas de estímulo que ayudaron a sacar el país de la crisis y de alguna manera hacer que la gente de olvide que de los 13 trillones de dólares que deben los Estados Unidos hoy, 11 le corresponden a Bush y Cía. Esta narrativa es la parte central de la ofensiva populista que llevó a los republicanos a ganar la Cámara de Representantes en las elecciones del 2010.
Cuál es el peligro de vincular estos dos asuntos que al parecer tienen mucho que ver. Ahí está la falacia. En realidad la elevación del techo de deuda no influye en lo absoluto en los problemas presupuestales que enfrenta el gobierno. En otras palabras, son dos cosas completamente distintas, pues aun en momentos en que el gobierno gana más dinero del que gasta (eso no ocurre, desde Clinton, por cierto…), el techo de Deuda, aún tiene que ser aumentado para reflejar el crecimiento de la economía. Esto lo saben los republicanos más inteligentes y es una de las razones por las cuales, Mitch McConnell, el jefe del grupo republicano en el Senado ya tiene listo un plan para dejar el que el techo de deuda suba sin condiciones.
Qué pasaría si el techo de deuda no es elevado (y esa es la razón por la cual Obama luce tan tranquilo y seguro de sí mismo, mientras los republicanos parecen histéricos). Pues la suspensión de pagos por parte del gobierno quebraría el sistema financiero americano. Por supuesto, los primeros en quedarse en la calle, serían los banqueros de Wall Street. Esto provocaría un colapso de los Títulos de Valores nominados en dólares (léanse todas las emisiones de bonos y deuda, así como todas las acciones de las compañías americanas cotizadas en bolsa). Seguiría una violenta contracción económica y millones de empleos se irían por el tragante.
Por todas estas razones, ayer, la Cámara de Comercio de los Estados Unidos le dio un apretón en los huevos a la bancada republicana, pues el grupo de nuevos idiotas del Tea Party, hasta ahora no se habían dado cuenta que están jugando con el dinero de sus Patrones Corporativos (los que pagan las cuentas). La actitud de los Tea Partiers ha ido pasando de anti demócrata y anti sindicatos a ser abiertamente Anti Negocios y creo que es la primera vez en la historia moderna en que el partido de los ricos está tratando de mandarlos a todos a la quiebra.
Esas son las razones por la cual los republicanos parpadearon en la confrontación con Obama. Por razones parecidas fue que se aprobaron en diciembre todas las propuestas de la Casa Blanca en el súper paquete que incluyo; la extensión del desempleo, el tratado de misiles con Rusia y la admisión de los gays abiertamente en el ejército. Si bien son derecha y a veces hablan a lo loco, no tienen ni un pelo de bobos y saben cuándo jugar con el dinero ajeno y cuando no. En diciembre vimos una rebelión del ala moderada del partido que no estaba anunciada. Ahora veremos una pequeña rebelión para elevar el techo de deuda por encima de las idioteces de los talibanes que han dominado el discurso republicano en el último año y medio. Ya lo anunciaron y no les queda más remedio que hacerlo.
Sobre el asunto de como balancear el presupuesto, hablaremos más adelante.