jueves, 27 de agosto de 2009

El Concierto de Juanes

Me dicen desde cuba que se ha corrido la bola (radio bemba en acción) de que Juanes va a suspender el concierto. No se han fijado que cada vez que alguien trata de alegrarle la vida un poco a la gente en cuba, en Miami se arma un escándalo? Es que la gente aquí esta tan aburrida que no conciben que nadie más se divierta? O es que piensan que la gente en cuba no tiene derecho a bailar y pasarla bien…
Y en realidad cual es el problema. Lo primero que he oído es que están molestos porque va a cantar en la Plaza de la Revolución. Bueno, vamos a pensar: la plaza es el lugar público más grande de la Isla. Si usted supiera que va haber un concierto donde van a ir 200 o 300 mil personas donde lo haría? Al Latino le caben supuestamente 55 mil, pero desde que hace unos años empezaron a cobrar la entrada, sabemos que en realidad le caben como 47. Pon tú que se use el césped y apretados metan hasta 50. Donde van a meter los otros 100 o 200 mil que van a ir? Y a fin de cuentas cuál es el problema con la Plaza. Ayer estaba oyendo a un idiota en radio decir que es que allí hay una foto del Che Guevara (en realidad ahora es una escultura, pero el idiota en cuestión parece que no se ha esterado…) lo cual supuestamente la mancillaba de alguna forma. Bueno, también hay una estatua de José Martí y esta la raspadura y el Teatro Nacional y la Biblioteca… es parte del paisaje y a nadie en Cuba le molesta. Hasta donde yo sé a quien único le debe importar la decoración de una ciudad es a los vecinos de esa ciudad y estoy seguro que si a algún habanero le preguntan qué le parece la Plaza en general, ni siquiera se va a acordar que la cara del Che esta allí. Lo primero que le salta uno a la memoria es Martí posando como si fuese un modelo de Rodin y la puñetera raspadura, que no se sabe bien que significa. Alguien ha protestado porque la raspadura este allí? No que yo recuerde. Y es fea como mi suegra acabada de levantar. Y después de todo yo no cogería mucha lucha, en definitiva la Plaza estaba ahí antes que Fidel y seguirá ahí cuando en un año o dos acabe de estirar la pata.
El otro argumento es que Fidel Castro solía hablar allí con frecuencia. Bueno, Fidel Castro habla tanto (ahora, para desmayo de los que oímos Radio Mambí por la mañana para enterarnos de la temperatura en grados celcios, pues es la única emisora que la da y yo sigo sin entender los Fahrenheit…Pérez Roura lee los escritos!! Como si fuese su vocero oficial!! En fin…) que no hay prácticamente un cabrón lugar en la isla en que no haya dicho algo. Por mi cuenta, Juanes tendría que eliminar de los lugares a cantar toooodaasss las plazas públicas en las cabeceras de Provincia (incluyendo esa tan fea y poco soleada que hicieron en Santa Clara y la del King Kong Maceo, que es como le decía mi mama a la de Santiago de Cuba por lo puñetera que es la estatua que le hicieron al Lugarteniente General…) , todos los teatros principales de cada ciudad con más de 5000 habitantes (y la mayor parte de los otros) y prácticamente cada estadio de pelota del país (exceptuando quizás el Genaro Melero, pues no recuerdo a FC hablando allí, quizás por envidia al viejo Genaro en cuyo honor se le puso el nombre al estadio cuando todavía estaba vivo…).
A eso habría que agregar Ciudad Libertad (antiguo Campamento Columbia), el Palacio Presidencial, el Malecón de la Habana (por supuesto y posiblemente también el de Santiago y el de Matanzas), casi todos los hoteles de Varadero (Fidel castro los ha inaugurado con regularidad) y todos los cayos grandes que rodean la isla por la misma razón. Bien mirado, Juanes no podría dar el concierto ni siquiera en aguas territoriales por el discurso en el Cerro Pelado (el barco, no el centro deportivo) y el Pedraplén a Cayo Coco, que también inauguro el comandante.
Juanes ha estado dando esos conciertos por la paz en lugares tan jodidos, violentos y propensos a las bombas y las matanzas como la frontera entre Venezuela y Colombia (lugar de mierda que conozco bien personalmente, pues la cruce dos veces, para allá y luego para acá) y a nadie; ni a la guerrilla de las FARC, ni a los narcos, ni a los militares de uno y otro país y ni siquiera a los animales de los paramilitares (que hacen cosas tales como picar en pedazos a la gente en mataderos y echárselos a los animales de la selva como comida…) se le ocurrió poner malo aquello. Resulta ahora que Juanes quiere dar un concierto en la Habana, quizás la ciudad grande más tranquila del continente …y recibe amenazas de muerte! Le cabe duda a alguien que los radicales del exilio son basura? No se parecen sospechosamente a los comunistas? No suena eso muy similar a vivir con un CDR, en que la gente no puede hacer lo que le salga de los huevos (en el caso de Juanes) sin que venga alguna vieja comitera a decirte que te comportes porque si no te van a meter un mitin de repudio o aplicarte la ley de peligrosidad? No son esas amenazas idiotas el equivalente mayamense a las brigadas de respuesta rápida? Por suerte el hecho de que a los más furibundos los estén metiendo en la cárcel o amenazándolos con meterlos los tiene tranquilos, pero no son lejanos los días en que hacían atentados y tiraban cocteles molotov. Gracias Presidente Bush.
En resumen, que es una lástima que el concierto de Juanes (que tiene más cojones de lo que la gente en cuba se imagina, pues cantar en la Alta Guajira es más peligroso que caminar por la Franja de Gaza) no me coja en cuba, porque si estuviera de visita, me compraría un par de litros de algún alcohol de calidad (en Cuba parece que de nuevo estan faltando la pasta y el sanitario, pero no he visto en ningún lado decir que no haya Ron…) y trataría de convencer a mis amigos de irnos a verlo (si ya se que Croncho, Geovani y el Bolo están viejos y gordos, pero un poco de persuasión debe convencerlos…). Además aquello se va a llenar de jevitas y de buen ambiente y encima de eso va a ser gratis y va a tocar Van Van. De hecho, debería averiguar cuando es el concierto. Uno nunca sabe si se puede dar una escapadita rápida….y aquello se va a poner sabroso!!!

miércoles, 5 de agosto de 2009

Nuestro Negocito Comunitario

A pesar de que no me gusta escarbar en el basurero local, un artículo del Nuevo Herald de hoy por Ivette Leyva (se llama Dinero Facil) me obliga a comentar sobre nuestro querido Pantano y los negocios que se realizan entre las cuatro fronteras (a saber; Homestead, el Okeechobee, North Miami y el Mar).
Dice Ivette, que suele hacer comentarios sensatos; que es sorprendente la cantidad de recién llegados de Cuba que caen en negocios ilegales y van presos por cosas tales como fraude y narcotráfico. Ivette le echa la culpa a “un efecto parcial de la era del dólar en Cuba. Cuando la moneda se legalizó en 1993 alivió la situación económica de nuestras familias en la isla, pero a la larga convirtió también a miles de cubanos en holgazanes mantenidos por sus parientes en esta orilla”.
Este es un ejemplo clásico de lo que un amigo que vino conmigo de Rusia, llama “la Coca Cola del olvido”. Es decir, el llegar a los estados unidos y tirar una especie de muro, de cortina de bagazo mental sobre lo que pasa en la isla y cuya consecuencia más evidente es ese sobrevaloración de lo que representan las remesas para los cubanos de cuba. (No es la primera vez. Hace un par de años, tuve una discusión con varios amigos de Miami, sobre las medidas económicas de Raúl Castro, cuando les dije que lo de entrar pacotilla en cuba no tenía que ver con los estados unidos, sino con los 50 mil cubanos que trabajan en Venezuela y que se han convertido en estos diez años en los suministradores principales de todo lo que se consume en cuba: desde Silicona para las tetas, hasta televisores, medicinas y ropa. Me dijeron muy molestos que cuando yo mandara dinero sabría lo que era eso. Dos años después de mandar dinero mensualmente, todavía es evidente que el gobierno de Raúl Castro no está contando ni con Miami, ni con las remesas, ni siquiera con el gobierno americano para sus prioridades. Pero me disgrego.)

Ivette suena escandalizada de que jóvenes de su generación y la mía se dediquen a plantar marihuana en casas de Homestead, estafar al Medicare o dedicarse al fraude con tarjetas de crédito y culpa a la economía estatal de esa “costumbre extendida y aceptada desde hace décadas en la sociedad cubana de ``resolver'' --un eufemismo de robar--, sacando las cosas que necesitan para sus casas de la oficina o de la fábrica donde trabajan”. Evidentemente Ivette lleva años sin trabajar en un hotel o una fabrica o un condominio, o no hablaría esas boberías. Como sabe cualquiera que ha tenido que chocar con la realidad local, en los estados unidos se roba tanto como en cuba, al punto que a los departamentos de Lost and Found de los hoteles de aquí de Miami Beach; se les llama el Lost and Lost (igual que en el aeropuerto de la Habana).

Lo cierto es que si bien un montón de cubanos recién llegados se ha dedicado a lo que en cuba llamamos “el bisne”, el grueso de los negocios ilícitos, el tráfico de drogas, la estafa a los planes federales de salud y el desfalco rampante de los cofres del gobierno local; están en manos de la “Generacion Historica”. Exactamente igual que en Cuba.
La Familia de Miami, los hermanitos caritativos de Coral Gables, los Homes de la sahuesera y las casas hidropónico de Homestead son todos negocios locales. Nadie vino de cuba a enseñar a los chamacos de Hialeah a cultivar marihuana, ni a los dueños del puerto de Miami a entrar cocaína colombiana, ni mucho menos a los médicos cuban american a estafar al Medicare. Todo eso se sabía hacer aquí desde hace mucho y la verdad es que el negocio es tan extendido que es raro que más emigrantes no se dediquen a eso.
Y por supuesto esta el asunto de los hijos de papá. El nieto de Montané, la hija de Diocles etc, metidos en estafas y tráfico de drogas. El nieto de Montane era “DJ” en una isla que tiene exactamente 5 discotecas y Dashel vivía de más o menos tener sexo con tipos que la mantuvieran o lo que en la isla solemos llamar “puta”. Es que alguien se sorprende que gente que vivía del cuento en cuba, quiera ser rico sin trabajar aquí? La culpa es del sistema comunista? Lo cierto es que Miami está llena de hijos de jefes en cuba y todos trabajan honestamente. Saben que tienen más ojos encima de lo normal y se cuidan como cualquier persona lista. El hijo de Ramiro podía ser un bandido en cuba, pero en Miami se está de lo mas tranquilito.
Ahh, que la gente de nuestra generación aprende rápido. Eso no lo niega nadie, pero ese cuento de que el sistema cubano es una especie de escuela de aprendizaje para delincuentes, porque allá “nadie trabaja y todo el mundo vive del robo” es una paja miamense como nunca se ha visto. Me recuerda a las viejas Wetchesteras familia de mi tía que me dijeron que el trafico de gente en sigarretas era un negocio que se organizaba desde cuba y se pusieron bravas cuando les dije que Fidel había prohibido las lanchas en el 60. Mismo principio falso, misma Coca Cola del olvido. Ivette debería pasarse a la Pepsi.